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Ochentero hasta en la banda sonora...

• Título traducido : Tú eres el siguiente
• Director : Adam Wingard
• Guión : Simon Barrett
• Productor : Simon Barrett, Keith Calder, Kim Sherman, Jessica Wu
• País : USA Año : 2011
• Compañía : HanWay Films, Snoot Entertaiment
• Intérpretes : Sharni Vinson, A.J. Bowen, Joe Swanberg, Margaret Laney, Nicholas Tucci, Wendy Glenn
• Género : Terror, Thriller

Sinopsis
La familia Davison se ha reunido para celebrar el aniversario de boda de los padres. Durante la cena, comienzan a ser asaltados por un grupo de sádicos asesinos con el rostro cubierto por caretas. Los acosados intentarán mantenerse a salvo encerrándose en casa, pero los violentos intrusos les seguirán acechando sin piedad y sin motivo alguno. Pero pronto se darán cuenta que la situación no la tienen tan controlada como pensaban...

Desde que se presentara su rodaje en el Toronto International Film Festival y en el Fantastic Fest por allá en 2011, esta película se había quedado estancada en algún lugar recóndito sin poder ver la luz. Este mismo año volvieron a arrancarse con una nueva gira por otros festivales, cosechando buenas críticas y dándoles a los distribuidores la opción de pagar por sus derechos. El tema funcionó tan bien, que hasta ha tenido su sitio en el circuito comercial de este país gracias al apoyo de Filmax. Y se agradece la apuesta, ya que esta es una de esas películas que no puede pasarse por alto para el que disfrute de este género y, sobretodo, para el que esté curtido en el maravilloso mundo del cine de terror ochentero...

Y es que básicamente es un tributo a toda aquella época dorada, donde el subgénero del Slasher se hizo cabida muy rápidamente, creando secuela tras secuela de los títulos más taquilleros y dando pie a las mejores sagas que dudo puedan repetirse de nuevo.

Pero a mi parecer no se trata solamente de un total tributo a ese subgénero, sino que la película la dividiría en tres partes. Una primera fase donde paródicamente nos muestra un cine lo más teenager posible, en el que primará el susto fácil y el nooooo, no vayas por ahí..., donde los protagonistas serán lo más mongólicos posible. Una segunda fase donde sí, aquí se mete de pleno en un Slasher puro y duro, con todos sus ingredientes bien dispuestos al estilo de los films más veteranos. Y para rematar, un poquito de Survival, que últimamente está muy de moda y si se lleva bien (como es en este caso), el resultado es de lo más satisfactorio.

Y claro, todo está conjugado con unos toques de humor que, en un principio, nos da la sensación de estar viendo otro truño más de los que salen últimamente. Pero no, ese humor negro no es nada casposo y a medida que van pasando minutos nos damos cuenta que está inteligentemente añadido, ya que echándole una mirada global a la película se trata de eso, un genial homenaje. Hasta la banda sonora tiene su esencia ochentera, muy al estilo de las compuestas por el maestro Carpenter, Manfredini o Chattaway.

Los actores también están de lujo, sobretodo por la protagonista Sharni Vinson. Se echa sobre los hombros la responsabilidad de llevar casi por completo el peso de la película, y lo hace de una forma más que creíble. Igualmente, el resto están muy bien dirigidos, ya que podemos encontrar actuaciones en las que nos harán repeler algunos de los personajes, así como adorar a otros, pero todos dentro del mismo juego que es este film. Tampoco pueden faltar las dosis de sangre y muertes dispares, aunque tal y como estoy hablando de esta película, se supone que no se echa nada en falta.

En definitiva, podría incluir este trabajo dentro de un grupo donde ubicaría las últimas películas que me han sorprendido gratamente, y donde estarían incluídos Cabin in the woods o Tucker and Dale vs the Evil. Y es que ya está bien de destrozar las viejas glorias de los ochenta con tanto remake, reboot, reset o repanocha. Está claro que se pueden volver a visitar todos aquellos subgéneros, pero aportando algo de frescura para estos días que corren, agradando tanto a los más jóvenes como a los más veteranos. Aquí tenemos un clarísimo ejemplo...